la orquesta

El apartamento, en estas fechas ya reconvertido en lugar de concentración de los que se apellidan como yo, aguarda un sinfín de recuerdos. Para entrar vale casi todo siempre que seas primo, sobrino, cuñado, hermano o amigo de alguno. Tampoco hay horario, cabes perfectamente a cenar y a comer. Las medidas carecen de matiz,  independientemente de los que seamos siempre cabe uno más. Continue reading “la orquesta”