Si en otro post decía que la compra del billete marca el verdadero inicio de la realidad del viaje. Otro momento especial es preparar la maleta, sobretodo si te vas para mucho tiempo. En mi caso al-menos-dos-meses-y-medio es suficiente para ser considerado mucho.
Preparar la maleta es un proceso lento, en ocasiones muy lento. En él se mezclan un arcoiris de impulsos humanos, el racional -¿me hará falta?-, el material -¡me hará falta!- y el nostálgico -me hizo falta-.
De entre lo que te rodea, lo que incluyes contigo contra lo que dejas en origen.
De entre lo que eres, lo que quieres ser contra lo que quieres dejar de ser.
Preparar la maleta es recorrer lo que nos rodea, visualizando lo que se aparece a nuestro alrededor preguntándonos si será incluido o será descartado. En esta dicha uno no puede esconder sus dudas, que no sólo aparecen, si no que nos llevan, irremediablemente, a una conversación con nosotros mismos del estilo…
– ¿Recuerdas ese bolígrafo (sustituye el bolígrafo por cualquier objeto material o inmaterial)?
– ¿Cuándo y cómo llegó a ti? ¿Fue un regalo? ¿Lo echarás de menos si él se queda y tú te marchas?
– Ya no recuerdo la última vez que lo usé.
El diálogo continúa en ese silencio de salas de espera en el que se ha convertido tu habitación.
Recuerdas lo que escribiste con él, las risas que dibujaste, las injusticias que narraste. También lamentas lo que dejaste de escribir, bien por olvido o por falta de tiempo, siempre nos falta tiempo para algunas cosas importantes. Recuerdas que no puedes dar por terminado algo que ni comenzaste a escribir, y en ese instante te aterra el impasible tiempo, que sólo hace que pasar y no tiene vuelta atrás.
Hoy eliges si extender la validez de la promesa de aquél día ante el bolígrafo, o pasar página, admitir tu derrota y pensar que en tu nueva etapa no lo necesitarás pues, esta vez sí, escribirás en el blog semanalmente.
Entretanto, sentado sobre la cama doblas camisas y disimulas pareciendo escuchar la radio.
En estos casos suelo ser pragmático, me llevo lo indispensable y si necesito algo ya lo conseguiré allí.
Buen viaje!
De maletas…
… hoy he hecho otra maleta.
Hablamos pronto, David.
PD: “Por si te sirve de algo, no le hagas demasiado caso al lado material, sale caro 🙂 ” – Voz de la experiencia.
Pues eso, tal cual!!! Lo practico solo no alcanza, algun recuerdo fisico hay que guardar, porque al fin y al cabo, sin querer, nos terminamos olvidando en el camino. Pero si es por 2 meses, olvidate de eso, con un par de remeras y calzoncillos alcanza y sobra!!!! Y mas con las restricciones de las aerolineas de hoy en dia!