Vivimos en un mundo lleno de verdaderos silencios. De conversaciones atropelladas, de ‘luegos te cuento’, de abreviaturas. En ocasiones miramos a nuestro alrededor, normalmente no. En ocasiones te escucho otras sólamente te oigo. En un mundo donde lo que no se puede medir no existe, qué sentido tiene pasarse la vida buscando una conversación, encontrando a un cómplice o intentando quedarse asombrado. El parlamento es cosa de políticos, parlamentar no es cosa de nadie.
Hoy, dispuesto a cambiar el rumbo de la historia, salpimentando las carencias mundiales, he decidido regalar una letra, la letra que, aun siendo incapaz de pronunciar sabes que existe. La que sabes que te limita, te frustra y te incapacita.
La combinación es lo de menos, lo que importa está en lo que ahora puedes hacer con ella.
Sigo usando muchas abreviaturas, omitiendo acentos, pero el alt+fn+jou siempre lo tengo presente, gracias a vos! 😀