Dibujaba algo en una servilleta mientras le servían un cortado largo de leche. Su mirada parecía perdida y anclada en algo que sólo ella era capaz ver. Eran las 7:30 de la mañana, y bajo mi punto de vista estaba demasiado despierta para andar haciendo dibujos subliminales de trazos largos y rápidos. Ahí seguía el café, intacto desde que el camarero lo dejó sobre la mesa, sin azúcar todavía. Continue reading “Una mirada recíproca”