Efectivamente, emprender es confiar en uno mismo. Es creerse capaz de encontrar soluciones a problemas invisibles. Es necesario ser un malabarista bajo la espada de damocles. Un contorsionista antes las adversidades.
La espada de Damocles, dice la leyenda, que se encontraba sobre la cabeza de Damocles sujeta solamente por un pelo de crin de caballo. Ciego por los manjares, las mujeres y las apariencias Damocles permaneció ingenuo a esta espada. Una vez consciente del peso de la responsabilidad, preso del miedo pidió abandonar lo que había considerado ser afortunado con tal de no verse sometido a la presión de la espada.